La plaza de Santa Ana y el barrio de las Letras forman uno de los conjuntos urbanos más reconocidos de Madrid. En pleno centro histórico de la capital, estos lugares combinan siglos de memoria literaria con el día a día cultural, atrayendo tanto a turistas como a madrileños. Sus terrazas, teatros, librerías, bares y calles, las cuáles recuerdan a Lope de Vega, Cervantes o Quevedo, han convertido esta zona de Madrid en un punto neurálgico de la ciudad.

En los últimos años, sin embargo, la plaza de Santa Ana ha pasado de ser simplemente un lugar de ocio y cultura a ocupar titulares por los cambios urbanísticos que están transformando su fisonomía. Como se puede ver en las noticias de Madrid Noticia, la remodelación del aparcamiento subterráneo, que incluye una reestructuración de accesos, una ampliación de espacios y nuevas instalaciones, ha generado una fuerte controversia vecinal. El principal motivo de descontento ha sido la tala de 30 árboles vinculada a la obra, un proceso que tanto los vecinos como los comerciantes consideran innecesario y perjudicial para este espacio.
A esto, se suma el cierre del histórico hotel ME Madrid Reina Victoria, uno de los edificios más reconocibles de la plaza. Tras su traspaso al grupo Accor, el edificio se encuentra también en pleno proceso de remodelación y no reabrirá hasta 2027, fecha en la que se estima que terminarán las obras. Esta transformación simultánea de la plaza, su aparcamiento y uno de los referentes hoteleros de Madrid, ha generado un debate intenso sobre el futuro del espacio. Entre expectativas, preocupaciones y muchas preguntas abiertas, la plaza Santa Ana inicia un nuevo capítulo que marcará la evolución del barrio de las Letras en los próximos años.
Historia de la plaza de Santa Ana
La plaza de Santa Ana no siempre fue un espacio abierto y luminoso como el que conocemos hoy. En sus orígenes, ocupaba este lugar el antiguo convento de Santa Ana, un edificio religioso cuyos terrenos fueron desamortizados en el siglo XIX. Fue entonces cuando, tras la demolición del convento, se creó la plaza pública que rápidamente se convirtió en un punto importante del Madrid de la época, con referencia a las artes teatrales y literarias. Su ubicación, junto al Teatro Español, y su cercanía a las calles donde vivieron grandes figuras del Siglo de Oro, la convirtieron en un espacio lleno de vida.
Con el paso del tiempo, la plaza ha sido testigo de tertulias, representaciones teatrales, celebraciones urbanas y todo tipo de actividades sociales. A finales del siglo XIX y principios del XX, se consolidó como una zona popular en la capital. En esos tiempos, el hotel Reina Victoria, que actualmente está en proceso de cambio y remodelación, se convirtió también en un símbolo del Madrid más cosmopolita, acogiendo a toreros, escritores y viajeros de renombre. Su fachada blanca y su característica cúpula han formado parte del paisaje sentimental de generaciones de madrileños.
A pesar de los cambios que ha vivido, la plaza mantiene su esencia como punto de encuentro cultural. Aunque hoy convive con turismo, música y vida nocturna, la plaza de Santa Ana sigue siendo un lugar donde se siente la historia. La remodelación actual plantea un reto ¿Se puede renovar su infraestructura sin perder el encanto que convirtió este espacio en uno de los rincones más queridos de la ciudad? El debate sobre cómo conservar su identidad en plena modernización está muy presente en la conversación ciudadana.
Barrio de las Letras, la literatura, el arte y el espíritu bohemio que resiste al tiempo
El llamado barrio de las Letras es el alma cultural que da sentido a la plaza de Santa Ana. Sus calles, decoradas con versos grabados en el suelo, recuerdan constantemente la presencia de los grandes escritores del Siglo de Oro que vivieron en este enclave. La casa de Lope de Vega, las rutas dedicadas a Cervantes o Quevedo y la cercanía a antiguas imprentas y corrales de comedias convierten cada paseo en un viaje al pasado literario de Madrid. Esta herencia se combina hoy con galerías de arte, librerías, teatros y restaurantes que mantienen vivo un ambiente creativo y bohemio.
A pesar del paso del tiempo y de la llegada del turismo masivo, el barrio ha logrado conservar un carácter auténtico, fruto de la convivencia entre vecinos de toda la vida, nuevos residentes y los propios visitantes que lo descubren cada día. En sus calles siempre hay movimiento; música en directo, exposiciones, mercados, presentaciones literarias y pequeñas tiendas que apuestan todavía por productos artesanales o de autor. El barrio de las Letras es uno de los pocos lugares de Madrid donde el comercio local sigue teniendo un peso notable, reforzando una identidad propia que lo distingue de otras zonas del centro.
La remodelación del aparcamiento, la polémica por la tala de árboles y una obra que cambiará la plaza
La reforma del aparcamiento subterráneo de la plaza de Santa Ana ha sido uno de los proyectos urbanos más debatidos del centro de Madrid. La obra busca modernizar el espacio y ampliar la capacidad de estacionamiento, actualizando tanto sistemas de ventilación como de seguridad. Sin embargo, el proceso ha generado un profundo malestar entre vecinos y colectivos medioambientales. La principal polémica se originó por la tala de varios árboles que bordeaban la plaza, cuya eliminación se justificó por la necesidad de realizar excavaciones y trabajos estructurales.
Para muchos vecinos, estos árboles no eran solo un elemento estético, formaban parte del paisaje de la plaza y proporcionaban vida natural a una zona muy transitada. Su desaparición generó protestas, recogidas de firmas y un intenso debate sobre el modelo de ciudad que se está desarrollando en Madrid. La preocupación se centra en que la remodelación, aunque necesaria desde el punto de vista técnico, pueda restar identidad y carácter al espacio si no se reponen adecuadamente los elementos verdes que lo definían.
Las obras del aparcamiento están previstas para prolongarse durante varios años, coincidiendo además con la remodelación del histórico hotel ME Madrid Reina Victoria. La coexistencia de ambos proyectos hace que la plaza se encuentre en un estado de transformación profunda que afecta a su uso cotidiano. Aunque se espera que las mejoras modernicen la infraestructura, todavía queda por ver si la nueva imagen de la plaza logrará recuperar el ambiente acogedor que siempre la caracterizó.
El cierre del hotel ME Reina Victoria y el nuevo futuro con Accor
El histórico hotel ME Madrid Reina Victoria, uno de los edificios más emblemáticos de la plaza de Santa Ana, ha cerrado sus puertas como tal, debido a un ambicioso proyecto de remodelación tras su traspaso al grupo hotelero Accor. El hotel, conocido por su fachada blanca, su cúpula y su larga historia de famosos huéspedes, ha sido durante décadas un símbolo indiscutible de elegancia y vida social en el barrio
Accor ha anunciado que llevará a cabo una profunda renovación del edificio para adaptarlo a los estándares de su marca de lujo, con espacios más modernos, nuevas habitaciones, servicios avanzados y una reinterpretación del diseño histórico. Las obras, previstas para extenderse hasta 2027, convertirán al hotel en una de las aperturas más esperadas de la ciudad. Sin embargo, la combinación de estas obras con el aparcamiento, han despertado inquietudes entre vecinos y comerciantes, que esperan que la remodelación respete la esencia del edificio.
La transformación simultánea del hotel y del aparcamiento subterráneo coloca a la plaza de Santa Ana en un momento más que importante. Durante estos años, la zona deberá adaptarse a la ausencia del hotel y a un entorno con obras prolongadas. No obstante, cuando ambas remodelaciones finalicen, la plaza deberá experimentar un renacer urbano que combine modernidad, tradición y un nuevo impulso turístico.