Montemolín es un bello municipio extremeño situado en el sur de la provincia de Badajoz, cerca de las localidades de Monesterio y de Calera de León. Se trataba de un importante enclave estratégico árabe durante la Reconquista, ya que se sitúa junto a un prominente cerro que vigilaba las tierras de Extremadura y Andalucía.
En el pueblo extremeño de Montemolín se han encontrado restos prehistóricos, así como de pueblos prerrománicos, tales como lusitanos y beturios. Eso sí, su mayor importancia histórica comienza con la construcción de su Castillo por parte de los árabes. Este castillo, actualmente en ruinas, es la sella de identidad más famosa que ver en Montemolín y su principal fortaleza defensiva. En este artículo vamos a mostrar los lugares más destacados que ver en Montemolín en 1 día.
El Castillo de Montemolín
En la zona más alta del cerro de Montemolín se encontraba el castillo de Montemolín, uno de los bastiones árabes más importantes de la Península Ibérica. Se trata de uno de los lugares históricos más importantes que ver en Montemolín. Esta fortaleza almohade servía como punto estratégico para la comunicación con varias de las principales ciudades de Al-Andalus, Córdoba, Sevilla, Granada o Mérida. El castillo fue construido en el Siglo XII, periodo en el que también se construyó la Mezquita de la Granada (sobre cuyos restos se edificó la actual ermita de Nuestra Señora de Granada).
El recinto original de la fortaleza tenía una forma irregular, construido con adobe y ladrillo por parte del pueblo árabe. La puerta principal se situaba en el flanco sur y estaba protegida por una estructura en recodo y dos torres. Tras la Reconquista, la zona paso a ser dominio de la Orden de Santiago, realizando una reconstrucción en piedra. También construyeron una Iglesia dedicada a Santo Domingo, hoy desaparecida
A lo largo de la construcción se pueden ver los restos de varias torres que formaban el recinto defensivo, destacando la Torre del Homenaje. Asimismo, aún perduran algunos aljibes y las mazmorras de la fortaleza. El lugar ofrece una de las mejores vistas que ver en Montemolín, con el pueblo en perfecta vigilancia.
La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Concepción
La Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción es el segundo de los monumentos más destacados que ver en Montemolín. Esta Iglesia se construyó en el Siglo XVI, en el momento que la Iglesia de la Granada se quedó pequeña para la población, debido al creciente número de habitantes. La Iglesia se sitúa en pleno casco urbano, en el lugar que ocupaba una antigua hospedería y un hospital, pertenecientes al Camino de Santiago del Sur.
La construcción de estilo renacentista con trazas góticas es de planta rectangular. En su exterior destacan sus portadas, la portada principal de mármol y de traza neoclásica, con columnas jónicas. Esta portada, denominada portada de los pies al situarse al sur de la estructura, forma parte de la torre del reloj. Sobre ella, se sitúa un escudo real con inscripción alusiva a Carlos IV. La otra portada, denominada la portada del Evangelio, también es renacentista. Esta portada está decorada con una cruz de Santiago entre veneras. Como curiosidad, en el exterior se pueden encontrar unas gárgolas que representan los 7 pecados capitales haciendo las veces de canalones en el tejado.
En el interior del templo cabe destacar el Retablo Mayor, de estilo barroco. Asimismo, la pila de agua bendita, la cual es en realidad un capitel romano vaciado, y la mayor parte de los 14 altares, son los puntos más llamativos que ver en ella. En la parte superior de la Iglesia se pueden encontrar dos filas de vidrieras de finales del Siglo XVI, del mismo estilo que el resto de la construcción.
La Ermita de Nuestra Señora de Granada
Situada frente al castillo se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de Granada. Este templo de estilo gótico-múdejar fue construido a lo largo del Siglo XIV y cuenta con una bella torre-fachada con estructura de gran espadaña. Entre los Siglos XIV y XVI fue conocida como la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, pero, debido al crecimiento de la población en esos siglos paso a un segundo plano frente a la nueva iglesia parroquial, la de la Purísima Concepción.
La Iglesia cuenta con una sola nave con cinco tramos cubiertos por bóvedas de cañón. En el interior de la Iglesia destaca la cabecera, que es la parte más antigua de la estructura. Esta cabecera termina en un ábside poligonal, con cubierta de crucería y un remate al exterior de almenas simuladas. Conserva un notable retablo barroco y algunos azulejos sevillanos de gran valor histórico y colorido.