México es un país que se distingue no solo por su geografía y cultura, sino también por la riqueza de su gastronomía regional. Cada zona del país tiene ingredientes únicos, técnicas heredadas de generaciones pasadas y platillos que hablan de historia, identidad y territorio. Por ello, hacer un recorrido gastronómico por México es también emprender un viaje profundamente arraigado en la tradición.
Este artículo propone una guía que celebra las principales recetas mexicanas a través de sus características más representativas. De este modo se pueden conocer los platos más importantes de cada región, permitiendo tanto poder probarlos en un viaje o incluso cocinarlos en casa, aprendiendo las recetas de forma práctica con productos Nestlé.
Región noroeste – Tierra de mares y desiertos

La región Noroeste de México abarca estados como Baja California, Baja California Sur, Durango, Sonora, Chihuahua o Sinaloa. Su cocina es una fusión entre el sabor del mar, la carne y la abundancia del desierto. El marisco fresco es el alma de muchas preparaciones, destacando platillos como los tacos de pescado estilo baja California, los camarones a la diabla, las almejas chocolatas y el aguachile sinaloense. Esta zona del país es pionera en incorporar técnicas modernas como la cocina de autor, especialmente en Baja California, donde Tijuana y Valle de Guadalupe lideran la escena culinaria contemporánea.
Por otro lado, el desierto sonorense destaca por la carne de res. La carne asada al estilo sonorense, acompañada de tortillas de harina hechas a mano, salsas y frijoles refritos, es un platillo cotidiano con sabor a hogar. El uso de ingredientes como chiltepín, dátiles y queso fresco da un carácter único a esta cocina. Además, Sinaloa se ha posicionado como cuna del ceviche mexicano, con múltiples variantes adaptadas a sus costas y productos.
Región Noreste – Asado, cabrito y tradición

La región Noreste comprende principalmente los estados de Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Tamaulipas. Su cocina gira en torno a la carne, los asados y la influencia de la cocina del sur de Estados Unidos. El cabrito al pastor, asado lentamente en vara sobre brasas, es el platillo por excelencia en Nuevo León, especialmente en celebraciones familiares o eventos importantes. La carne seca o machaca, mezclada con huevo y salsa, también es una preparación característica que refleja el estilo de vida del norte.
El gusto por los sabores fuertes se refleja en la preparación de cortes de carne a la parrilla, como el rib eye o el arrachera, acompañados de tortillas de harina, frijoles charros y guacamole. En general, la cocina del noreste está muy ligada a la cultura ganadera y a la vida al aire libre. Las carnes marinadas, los embutidos como el chorizo norteño y las salsas espesas hechas con chile piquín o guajillo realzan la experiencia del comensal.
Región Occidente – Maíz y birria

En la región Occidente se encuentran Jalisco, Colima, Nayarit y Michoacán, estados que han dado al mundo algunos de los símbolos más reconocidos de la cultura mexicana. Jalisco, por ejemplo, es la cuna del tequila y de la birria, un platillo a base de carne de chivo o res cocinada en un adobo de chiles y especias, que ha ganado fama internacional. En Guadalajara, se sirve tradicionalmente con tortillas de maíz y una salsa espesa con sabor profundo.
Michoacán es uno de los estados con más diversidad gastronómica, destacando las carnitas de cerdo cocinadas lentamente en su propia grasa, los uchepos, las corundas y las salsas con chile perón o guajes. Los mercados michoacanos son verdaderos templos del sabor y de la identidad local. Nayarit y Colima, con sus costas en el Pacífico, aportan sabores marinos como el pescado zarandeado, las empanadas de camarón y el ceviche estilo nayarita. También se destacan por el uso del coco, el mango, la piña y otros frutos tropicales en su cocina.
Región Oriente – Dulzura, café y la herencia del golfo

La región Oriente abarca los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala. Veracruz es un crisol de culturas indígenas, africanas y españolas, y su cocina refleja esta riqueza con platillos como el arroz a la tumbada, el pescado a la veracruzana y los plátanos machos fritos. La vainilla, cultivada en la región de Papantla, es uno de los tesoros gastronómicos del país y se usa tanto en repostería como en preparaciones saladas.
Puebla, por su parte, es reconocida por el mole poblano, una de las salsas más complejas del mundo, elaborada con más de 20 ingredientes, entre ellos chocolate, chiles secos, especias y semillas. También son célebres sus chiles en nogada, un platillo barroco que mezcla picadillo, fruta, crema de nuez y granada. Tlaxcala, el estado más pequeño del país, ofrece joyas como el mixiote de carnero, los tlacoyos y las sopas de flor de calabaza. Su cocina, aunque menos conocida, mantiene muchas tradiciones prehispánicas, como el uso del amaranto, el maíz azul y los quelites.
Región Centronorte – Sabores de la tierra y la montaña

La región Centronorte comprende los estados de Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro. Su cocina refleja la dureza del clima semiárido y la historia minera de la zona, con ingredientes sencillos pero llenos de carácter. Las preparaciones tradicionales giran en torno al maíz, el chile seco, el frijol y las carnes de res y cerdo, con técnicas de cocción como los guisos largos, los caldos espesos y los asados al horno.
Uno de los platillos más representativos de esta región es el asado de boda, un guiso rojo a base de chile ancho, carne de cerdo y especias, que se sirve en celebraciones importantes. También destacan las enchiladas potosinas, los tacos dorados, los quesos artesanales y las gorditas rellenas de guisos caseros. La panadería también tiene un papel importante en esta región, con piezas típicas como las campechanas, las semitas y el pan ranchero.
Región Centrosur – Corazón del maíz y la identidad mexicana

La región Centrosur, que incluye a Ciudad de México, Estado de México y Morelos, es el epicentro cultural y gastronómico del país. En esta región se encuentran algunos de los platillos más conocidos de la cocina mexicana, como los tacos al pastor, las quesadillas de maíz azul, los tamales y los tlacoyos. La capital del país es un crisol de tradiciones regionales que se fusionan y reinventan constantemente.
La Ciudad de México ofrece desde alta cocina hasta comida callejera con identidad propia. Los mercados como el de San Juan o la Merced son espacios donde conviven ingredientes exóticos, locales y de importación, que nutren la creatividad de chefs y cocineros. El uso del maíz en todas sus formas es central en esta región, así como el empleo de hierbas como el epazote, el papaloquelite y el cilantro criollo. Además, el Centrosur es sede de importantes celebraciones culinarias, como la Feria del Mole en San Pedro Atocpan o la Feria del Taco.
Región Suroeste – Moles, hierbas y cocina ancestral

El Suroeste de México, compuesto por Oaxaca, Guerrero y parte de Chiapas, es una de las regiones más ricas en diversidad cultural y culinaria. Oaxaca, conocida como la capital gastronómica del país, destaca por sus siete moles tradicionales, entre ellos el mole negro, el rojo y el coloradito, todos elaborados con chiles, semillas, especias y, en algunos casos, chocolate. La cocina oaxaqueña es profunda y diversa, marcada por sus comunidades indígenas y su biodiversidad.
Los ingredientes locales como el maíz criollo, el chile chilhuacle, los chapulines, el queso fresco y las hierbas como el epazote o el hoja santa, forman parte esencial de la dieta diaria. Los tamales oaxaqueños, el tlayudo, los memelitas y las bebidas como el tejate y el mezcal son expresiones de una cocina que ha resistido al tiempo y a la globalización sin perder su esencia.
Región Sureste – Caribe mexicano y cocina mestiza

La región Sureste, integrada por Yucatán, Tabasco Campeche y Quintana Roo, ofrece una cocina profundamente marcada por la herencia maya y las influencias caribeñas. Yucatán es famosa por platillos como la cochinita pibil, elaborada con carne de cerdo marinada en achiote y jugo de naranja agria, cocida en horno bajo tierra. También destacan el relleno negro, los panuchos, los salbutes y el escabeche oriental, que combinan sabores cítricos, ahumados y especiados.
Campeche, con su ubicación costera, es hogar de una cocina marítima refinada. El pan de cazón, los camarones al coco, el pámpano en escabeche y el chile x’catic relleno son platos típicos que aprovechan los productos del mar y las huertas tropicales. El uso del recado, el chile habanero y el maíz criollo son básicos en toda la región. Quintana Roo, aunque más joven en términos de historia culinaria, ha desarrollado una oferta que mezcla cocina maya, influencia caribeña e internacional. Los ceviches tropicales, las sopas de mariscos y los postres con coco o piña reflejan esta identidad en construcción.