La isla de Tabarca, situada frente a la costa de Alicante, es un pequeño paraíso mediterráneo que fusiona historia, naturaleza y playas de aguas cristalinas. A pesar de su reducido tamaño, esta isla guarda una enorme riqueza cultural y paisajística que la convierte en un destino perfecto para una escapada de un día. Su encanto reside tanto en su patrimonio como en la experiencia de llegar a ella en barco, algo que forma parte esencial de la visita.

Desde distintos puntos de la costa alicantina, como Santa Pola, Alicante o Benidorm, parten embarcaciones diarias que conectan con Tabarca en trayectos cortos en los que disfrutar de vistas panorámicas de un entorno único. De esta forma, la travesía es en sí misma un atractivo turístico, el mar, el aire fresco y la posibilidad de ver peces y aves. Viajar a Tabarca no es solo un desplazamiento, sino una auténtica aventura que combina el placer de la navegación con la recompensa de descubrir un lugar mágico.

La travesía en barco, no es lo mismo ir que disfrutar del camino 

Tabarkeras

Hay trayectos que se hacen porque toca, mientras que otros apetece vivir. El barco a Tabarca es uno de esos últimos. Por eso, elegir bien cómo llegar es casi tan importante como lo que se hará allí. Hay barcos rápidos, claro, pero si se busca una experiencia más completa, cómoda y tranquila, lo mejor es subir a un ferry pensado para que se disfrute desde el primer minuto. 

El viaje en barco hacia Tabarca comienza con la emoción de zarpar desde la península. Dependiendo del puerto de salida, el trayecto puede durar entre 25 minutos y una hora, lo que lo convierte en un plan accesible para cualquier visitante. Las embarcaciones están equipadas con cubiertas abiertas que permiten disfrutar de las vistas al mar, haciendo del traslado un momento tan especial como la llegada a la isla.

Asimismo ciertos barcos cuentan con fondos de visión submarina, lo que permite observar la vida marina durante el trayecto. Para los más pequeños, esto supone una experiencia fascinante que convierte la excursión en una actividad educativa y divertida al mismo tiempo. Para los adultos, es la oportunidad perfecta de relajarse.

Ver el mar… por debajo del mar 

Tal y como hemos comentado, uno de los detalles más especiales del viaje es que algunos ferrys tienen visión submarina. Sí, se puede ver el fondo marino sin mojarse, en barcos como los de Tabarkeras, equipados con zonas acristaladas bajo la línea de flotación, desde donde se ven praderas de posidonia, bancos de peces y rocas llenas de vida.

Algunos consejos para disfrutar más del trayecto

Algunas recomendaciones a la hora de preparar el viaje a Tabarca en barco son:

  • Con niños, el ferry ya es una aventura., por ello, si tiene visión submarina o cubierta exterior, aún mejor. 
  • En pareja, se recomienda optar por horarios tranquilos, para disfrutar el silencio del mar. 
  • Fotos, no olvidándose de la cámara. La luz, el color del agua y las vistas lo merecen. 
  • Si te mareas, se recomienda optar por barcos grandes, como los de Tabarkeras, más estables y más cómodos. 
  • En verano, hay que revisar el estado del mar y reservar con antelación, se llena rápido. 

Tabarkeras lleva más de cinco décadas cruzando esta ruta entre Santa Pola y Tabarca, notándose en el trato cercano de su personal, en la atención al detalle, y, por encima de todo, en la tranquilidad de saber que se viaja con gente que conoce el mar y lo respeta. Lejos de ser una empresa más, apuestan por la experiencia completa, desde el embarque hasta el regreso. Por eso son una de las opciones más recomendadas para llegar a Tabarca con comodidad y confianza. 

¿Qué hacer al llegar a Tabarca? Playas y calas de Tabarca de aguas cristalinas para disfrutar

Ver Tabarca

Uno de los mayores atractivos de Tabarca son sus playas y calas de aguas transparentes. La isla está rodeada de un entorno marino protegido que forma parte de una reserva natural, lo que asegura un paisaje limpio y bien conservado. Los visitantes pueden disfrutar de playas tranquilas de arena fina, y los más aventureros pueden explorar calas rocosas, perfectas para practicar snorkel.

El fondo marino de Tabarca es espectacular, con una gran diversidad de peces y praderas de posidonia que hacen que el buceo y el snorkel sean actividades muy populares. Por ello, alquilar unas gafas y un tubo es suficiente para descubrir un universo submarino único en el Mediterráneo. Este contacto directo con la naturaleza convierte a la isla en un lugar perfecto para quienes buscan experiencias diferentes.

Historia y cultura de la isla

Además de sus paisajes, Tabarca también guarda un interesante patrimonio histórico. Durante el siglo XVIII, fue utilizada como refugio frente a los ataques piratas, conservando aún murallas, casas tradicionales y una iglesia barroca que recuerdan su pasado. Por ello, pasear por sus calles es como viajar en el tiempo, descubriendo un legado cultural que sigue vivo.

El núcleo urbano de Tabarca es pequeño pero encantador, con casas encaladas, varias plazas y callejuelas que invitan a dar un paseo con calma. La muralla que rodea parte de la isla es uno de sus símbolos, ofreciendo una visión clara de la importancia estratégica que tuvo en el pasado. La iglesia de San Pedro y San Pablo, construida en 1770, es otro punto de visita obligado.

Una experiencia para toda la familia

Visitar Tabarca en barco es un plan perfecto para todo tipo de viajeros, pero especialmente para familias que buscan una experiencia completa. El trayecto en barco se convierte en una aventura para los niños, mientras que las playas y actividades acuáticas aseguran diversión para todas las edades. La tranquilidad de la isla y sus dimensiones reducidas permiten recorrerla sin prisas, lo que facilita disfrutar en pareja, con amigos o en familia.

Además, Tabarca es un destino seguro y acogedor. Su ambiente relajado y la ausencia de tráfico en gran parte de la isla hacen que sea un lugar donde los niños pueden moverse con libertad. Esto, unido a la hospitalidad de los habitantes y a la buena oferta de servicios, garantiza una visita cómoda y agradable.

No solo se debe viajar a Tabarca, se debe vivir el trayecto de ida y vuelta desde que se sube al barco 

Tabarca es una joya, no hay duda. Pero el viaje de ida y vuelta también merece ser vivido. Si se está pensando en escaparse a la isla, hay que disfrutar el trayecto al máximo, para que forme parte del recuerdo. Por tanto, hay que consultar los horarios y elegir tipo de ferry, para una reserva fácil desde la web de Tabarkeras. Porque el mar no es solo algo que se cruza, es algo que acompaña al viaje.