Praga, la capital de la República Checa, es conocida como «la ciudad de las Cien Torres», y, en los últimos años se ha convertido en uno de los destinos turísticos más visitados en Europa. Esta ciudad, con una historia que se refleja en su arquitectura medieval y con multitud de monumentos icónicos, sorprende y enamora a los visitantes por igual. Aunque explorarla por cuenta propia es posible, una visita guiada por Praga mejora significativamente la experiencia, ya que, existe una enorme diferencia entre ver los monumentos y conocer Praga. Los guías de Praga no solo brindan información histórica y cultural detallada, sino que también revelan historias y leyendas que pasan desapercibidas para el visitante promedio.
Por tanto, optar por una visita guiada permite aprovechar al máximo el tiempo en la ciudad y comprender mejor su legado histórico. Además, Praga es una ciudad repleta de pequeños detalles arquitectónicos y culturales que un guía puede destacar, haciendo de el recorrido sea una experiencia más profunda y significativa. En este artículo, vamos a presentar 10 lugares de los lugares imprescindibles que ver en Praga en la primera visita que recorren las visitas por la ciudad, cada uno con su historia y su encanto particular.
El castillo de Praga
El castillo de Praga es el complejo fortificado más grande del mundo y un símbolo emblemático de la ciudad. Este castillo, fundado en el siglo IX, ha sido el centro del poder político checo durante más de mil años. Al recorrer sus patios, palacios y jardines, se puede entender la evolución de la historia checa, desde la era medieval hasta el presente. Dentro del complejo, se encuentra la catedral de San Vito, una obra maestra de la arquitectura gótica, hogar de las joyas de la corona.
Además de la catedral, el castillo alberga el Antiguo Palacio Real, la Basílica de San Jorge y el famoso Callejón del Oro, una pintoresca calle con pequeñas casas coloridas que solían ser ocupadas por artesanos y alquimistas. Este sitio es perfecto para sumergirse en la historia de la monarquía checa, además de disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad desde las alturas.
Catedral de San Vito
La catedral de San Vito, mencionada anteriormente, está situada dentro del complejo del Castillo de Praga. Se trata de la iglesia más importante de la ciudad y un importante edificio religioso que muestra el valor de la espiritualidad y el poder político de la nación. Esta impresionante catedral gótica alberga las tumbas de reyes y santos, incluidos los restos de San Wenceslao, el patrón de Bohemia.
Su interior es igual de impresionante, con coloridas vidrieras, capillas y el magnífico rosetón que ilumina el interior con su luz multicolor. La Capilla de San Wenceslao es un lugar sagrado donde se guardan las joyas de la corona checa, y, los visitantes pueden admirar sus muros decorados con piedras preciosas. Subir a la torre principal de la catedral también es una experiencia imprescindible, ya que ofrece unas vistas inigualables del castillo y de la ciudad.
Puente de Carlos
El Puente de Carlos es, sin duda, uno de los monumentos más reconocidos de Praga y un icono de la ciudad. El puente, de estilo gótico, fue construido en 1357 bajo las órdenes del rey Carlos IV, conectando la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana, al atravesar el río Moldava. Con sus 30 estatuas de santos alineadas a lo largo del puente, es un paseo obligatorio para cualquier visitante.
Este puente ha sido testigo de siglos de historia y es también famoso por sus artistas callejeros, músicos y vendedores ambulantes que añaden un toque vibrante a la experiencia. Las vistas desde el Puente de Carlos, ya sea hacia el castillo de Praga o la torre del puente de la Ciudad Vieja, son impresionantes, especialmente al amanecer o al atardecer.
Barrio Judío (Josefov)
El Barrio Judío de Praga, conocido como Josefov, es uno de los lugares más cargados de historia de la ciudad. Durante siglos, este fue el hogar de la próspera comunidad judía de Praga, y, hoy alberga algunos de los monumentos más importantes del mundo judío, como la Sinagoga Vieja-Nueva y el Cementerio Judío.
La Sinagoga Española, con su impresionante interior decorado en estilo morisco, es uno de los edificios más hermosos del barrio. Asimismo, el museo Judío de Praga conserva una gran cantidad de artefactos históricos y culturales, ofreciendo una visión conmovedora de la vida de los judíos en la ciudad a lo largo de los siglos. Por último, el cementerio Judío es un lugar lleno de historia y simbolismo, con sus miles de lápidas amontonadas debido a la falta de espacio. Una visita a Josefov no solo permite conocer más sobre la historia de la comunidad judía, sino también rinde homenaje a su memoria.
Malá Strana
El barrio de Malá Strana, también conocido como el Barrio Pequeño, es una de las zonas más pintorescas de Praga. Este barrio lleno de calles empedradas, palacios barrocos y pequeñas plazas, está ubicado a los pies del Castillo de Praga y al otro lado del Puente de Carlos. Malostranské náměstí es el centro del barrio, con la imponente iglesia de San Nicolás.
Malá Strana también es famoso por sus embajadas, ya que muchos países tienen aquí sus representaciones diplomáticas. Uno de los atractivos más curiosos del barrio es el Muro de John Lennon, que ha sido decorado con grafitis desde los años 80 como un símbolo de paz y libertad.
Reloj Astronómico
El Reloj Astronómico de Praga, situado en la Plaza de la Ciudad Vieja, es una maravilla de la ingeniería medieval y una de las principales atracciones de la ciudad. Este reloj fue instalado en 1410, y, no solo marca la hora, sino que también muestra las posiciones del sol y la luna, junto con una procesión de apóstoles que desfilan cada hora.
Multitudes de turistas se reúnen en la plaza cada hora para presenciar el espectáculo del reloj, mientras las figuras mecánicas cobran vida. Además del reloj, la torre del Ayuntamiento ofrece vistas panorámicas sobre la Plaza de la Ciudad Vieja y el horizonte de la ciudad, convirtiéndola en un punto de referencia clave para cualquier visitante. La historia detrás del reloj está llena de mitos y leyendas, lo que lo hace aún más interesante una visita guiada que pase por este monumento.
Plaza de la Ciudad Vieja, el corazón de Praga
La Plaza de la Ciudad Vieja es el centro neurálgico de Praga y uno de los lugares más hermosos de Europa. Tal y como hemos comentado, está rodeada de edificios históricos, iglesias y multitud de restaurantes para degustar la rica gastronomía checa. Esta plaza es el lugar ideal para pasear y absorber el ambiente único de la ciudad, teniendo en el centro de la plaza la iglesia de Nuestra Señora de Týn, con sus imponentes torres góticas que dominan el paisaje.
Los visitantes suelen disfrutar de los cafés y terrazas alrededor de la plaza, donde pueden relajarse y contemplar el ir y venir de turistas y locales. En épocas festivas, como la Navidad o la Pascua, la plaza se convierte en un vibrante mercado que atrae a miles de personas cada día, haciendo que la tradición medieval de la ciudad no se pierda.
Monte Petřín
Monte Petřín es uno de los mejores lugares de Praga para disfrutar de la naturaleza y obtener impresionantes vistas panorámicas de la ciudad. Este parque es perfecto para quienes buscan un respiro de las calles más concurridas, ofreciendo un entorno tranquilo rodeado de jardines y senderos. En la cima del monte se encuentra la Torre de Petřín, una estructura que recuerda a la Torre Eiffel y desde donde se pueden admirar vistas de 360 grados de Praga.
El monte también alberga el Laberinto de los Espejos, una atracción popular para las familias, así como el Observatorio Štefánik, donde los visitantes pueden explorar el cielo estrellado a través de sus telescopios. Subir a Monte Petřín es una forma relajada de ver la ciudad desde otra perspectiva.
Casa Danzante
La Casa Danzante, también conocida como «Fred y Ginger», es un ejemplo sorprendente de la arquitectura moderna en Praga. Este edificio único, diseñado por los arquitectos Frank Gehry y Vladímir Milunic, rompe con el estilo clásico de los edificios que lo rodean y representa el espíritu vanguardista de la ciudad.
La casa Danzante está situada junto al río Moldava, destacando por su diseño curvado que simula una pareja bailando. Aunque originalmente fue objeto de controversia por su estilo futurista, hoy en día es uno de los lugares más reconocidos de la ciudad. Los visitantes pueden entrar y disfrutar de las vistas desde la terraza del restaurante, que ofrece una perspectiva única del río y el centro histórico de Praga.
Parque Letná
El parque Letná es uno de los parques más grandes de Praga y es conocido por sus espectaculares vistas de la ciudad, especialmente del río Moldava y sus numerosos puentes. El parque está situado en una colina al norte del casco antiguo, contando con una combinación perfecta de naturaleza, ocio y vistas inigualables.
Letná es un lugar popular tanto entre los locales como entre los turistas. En el parque se encuentra el famoso Metrónomo de Praga, una escultura gigantesca que ocupa el lugar donde una vez estuvo una estatua de Stalin. Además de su valor histórico, el parque es ideal para pasear, andar en bicicleta o relajarse después de un día explorando la ciudad.